El mar cuando se torna malhumorado y cabron , cuando se pone barbas grises , de fuerza 8 pegando en la amura de estribor durante horas , con solo una trinquetilla arriba , la mayor reducida al ultimo rizo , navegando escorado hasta el trancanil , dando pantocazos y macheteando entre rociones . Y la otra mar que como una novia se pondra en la pleamar sus mas altas y blancas espumas , y luego , en la noche de bodas de la bajamar se quedara desnuda ante su amante . Es el cuaderno verde donde Dios va apuntando nuestros nombres en los renglones torcidos de sus olas, con hilos de oro solar y plata lunera hasta llegar al rompeolas donde la espuma teje mantos camaroneros y candelerias de sal . La mar , tan femenina en su eterna hermosura, que uno no se cansa nunca de mirarla .
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