Salir al campo estos dias , a consultar con los arboles , con los pajaros , con la flor de jara que ya esta llena de mariposas blancas , y con el romero que ya va soltando su azul para hacerse todo olor , y el hermoso calvero entre encinas viejas como la noche , acebuches silenciosos y pinos que se levantan para mirar cuanto en el campo hay . Cantaba no muy lejos una abubilla y , a la sombra generosa de una encina enorme que ha conocido todos los secretos de la dehesa que quedaran a su vista ve que el invierno , tan cicatero , no ha querido pintar marzo como lo pinta cuando moja los pinceles en luces inigualables , esa yerba que la tierra ha abortado , mitad por las heladas , mitad por la sequia , y da pena pensar en los miles de criaturas de abril que no tendran , en estas tierras , asegurado su pan de verde o de flores , zumban las abejas que aprovechan las escasas flores , esas puntuales que , pase lo que pase , siempre tienen el valor de asomar en marzo , y algunas amapolas sin el rojo de siempre , son amapolas de un rosa palido , mal año para el campo .
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