¿Quien pinta los azules de esa sierra, embalsamado mar embravecido? ¿ Quien dibujo perfiles que a esta hora-septiembre se corona con sol duro de aceitunas y almendras que ya tienen desabrochada su recia pelliza, parecen escapados de las manos de pintores de luz arrebatada? ¿Quien entretuvo el verde en la ladera como una primavera retenida? ¿ Quien le dijo a las aguas que vinieran bravas desde la sierra y se quedaran pastueñas en el valle? ¿ Quien las ordena, para que el campo tenga este sonido de luces musicales de la tarde, cuando septiembre viene por el aire madurando azofaifas y acostando el yerbazal que en pasto ya amanece? El campo se embravece, aunque pasa lento todavia, como endurece el cuerpo del membrillo, como se van sin ganas esas luces a las que alguien da la ultima mano de un pan de oro aereo y caprichoso. ¿ Quien pintara este gris que se hace niebla con formas en la dura lejania donde levanta picos esa sierra sin nombre a la que miro oscurecerse? Huele el campo a esta hora a despedida, aunque el adios del aire no lo diga, ay, diosa de los frutos del Olivo. ¿ Andara la lechuza calculando cuanto aceite vendra de la cosecha? ¿ Quien pinta estos azules apagados? ¿ Y a quien llaman estos olivos? Señor.
domingo, 26 de septiembre de 2010
jueves, 1 de julio de 2010
TIERRA DE MARIA SANTISIMA ...
Cuando ya nada quede de nosotros, cuando nuestra memoria no sea mas que una piedra sepultada entre ortigas y nuestros sueños apenas una invisible patina de olivo, cuando de nuestras voces no subsista mas que un eco remoto y disperso entre la atmosfera de los siglos , seguira ahi esta solida tierra ocre, dorada por la luz aun fresca de la amanecida. Cuando las codicias se diluyan en el tiempo como la estela de un meteoro de vanidades, seguiran de pie los olivos que puntean las colinas de Andalucia como centinelas silenciosos de la historia. Al final, cuando de los himnos y de las palabras y de las banderas no quede mas que un recuerdo ceniciento y las proclamas huecas no sean sino la leve psicofonia del paisaje , cuando nuestras vanidades y nuestras utopias queden arrunbadas en el pardo rrastrojal de los fracasos , esa piel terrosa salpicada de olivos y encinares seguira cada tarde acariciada como hoy por la luz tibia y la brisa fresca del atardecer , el leve cimbreo de las hojas , el ladrido de un perro en el horizonte sobre el que alguna vez nos creimos capaces de ser eternos .
viernes, 30 de abril de 2010
CAMINO DE LA ALEGRIA
El calor de verano esta cayendo el pinar se recuesta esta durmiendo, y al silencio profundo de medio dia, canta la zigarra su melodia. Se va apagando la tarde con el canto de la alondra, y el camino interminable se esta convirtiendo en sombras, crepusculo soñoliento estela de estrellas blancas, luceros con manto negro cubren la noche calmada, hay silencio en la marisma y, silencio en mi garganta, que clara esta la luna que se refleja en las ramas, tiempo detente, es tan grande el consuelo que mi alma siente, que duren mis anhelos eternamente. Al canto de la perdiz, el alba ya esta saliendo, y entre los rayos de sol, llorosas se van perdiendo las siluetas de humo que estan dejando los leños, se pierden en la lejania, como se pierde el recuerdo de una noche de alegrias, de cantes, bailes, y rezos, de alabanzas y poesias. Inmensidades verdes, los pinos, y quebrando el silencio, los trinos, alfombra de mis pasos, la arena, y la esperanza alivia mis penas. Veo perfiles de Tu hermita, mi canto, y al mirarte a los ojos, mi llanto, hasta quedar mudo y frio, ante la madre de Dios, y señora del Rocio.
jueves, 29 de abril de 2010
TORO
Una madre de castas asentada en el fondo de las duelas del tiempo. No se de donde vengo. Nadie en verdad lo sabe. A mi sangre primera quiza le picara un tabano de luna que le dejo por dentro este mar incendiado y oscuro. Y como el vino, puedo encender una fiesta o dejar sobre el hule-borrachera de muerte a quien no haya sabido beberme con respeto, a quien se descuidara de mis tragos mortales, a quien se le subiera mi vino a la cabeza. Soy el toro de españa, el bravo que ha creado a su alrededor un mundo donde tiemblan la espada y las encinas. Un mundo estremecido de hombres que se dejan la edad pronunciando mi nombre, se que es solo por mi que se extiende el campo y se aparta el cemento, se agrupan las encinas, se levanta la yerba, yo soy el caballete de los espulgabueyes. El campo que yo impongo no es un erial acorralado: crece la vida en mi y en cuanto me rodea. Mi vida exige vida, aire, sol, agua, espacio, verdor, sombra, silencio, pastizales abiertos, noches en las que solo se mueven los atrevidos luceros en el azul sin fondo y una luna que se muestra como un ruedo de estaño, como tarde dividida en alto sol y sombra. He sentido sobre mi lomo las flores del aplauso y las puyas invisibles de mis contrarios, pero soy la estampa mas completa de los lienzos cuarteados de las pinacotecas, el ritmo de la musica que ensarta pasodobles, y soy bronce o soy piedra cuando llegan las manos a copiar mi figura. Acepto mi suerte de bravo de pelea, de bravo que prefiere una recta rubrica de estoques, antes que una vejez de sangre sin respuesta. Yo tengo mis defensas, nadie amarra mi suerte, y mis astas no tienen jamas misericordia, si la carne se pone donde el error la lleva. Si a mi no me dejaran vivir en ese pozo que levanta triunfos, o doloroso remolino que ensarta cuanto alcanza, vagaria sin sexo, eunuco de dehesas, afeminando el campo que es varon por mi nombre. Y soy mas inmortal cuanto mas muero.
martes, 27 de abril de 2010
PRIMAVERA DE SENTIDOS
Lo dicen los almendros blancos y los naranjos florecidos a la orilla del mediterraneo. Lo dicen los vencejos que bailan alrededor de las torres una danza escoltada de campanas. Lo dice el ligero relente de las noches y la luna que crece como un bizcocho en los atardeceres. Lo dicen los sentimientos, las pasiones y la memoria. Esta proclamacion exultante y vital de una naturaleza que fluye siempre hacia estos dias de luz inexcusable, hacia este palpito de emociones, hacia este tiempo efervescente de sentidos y sentires. Somos un pueblo que llevamos en el fondo del ser un ADN de soles suaves , perfumados de azahar en cuyo codigo se cifra una ansia de plenitudes. Y esta es la hora en que sentimos llegar esa llamada ancestral que despereza el espiritu.
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